martes, 28 de junio de 2016

Que lo defienda Greenpeace



¿La verdad? Me tienen los huevos rotos los defensores y/o suplicadores de Messi. Los detractores también, pero son más divertidos. El puteador de Messi es el puteador de cancha: en general es gracioso, por ingenioso o por cabeza ("Messee, cantá el ino, amarrrgo"), pero en el fondo es gracioso. Y veleta: si Messi u otro objeto de puteada hace una jugada maravillosa o un gol, el puteador de cancha se da vuelta como una media y listo. ¡Es fútbol! Los puteamos porque queremos que les vaya bien...(?)

Pero los defensores...
Andá a cagar, pelotudo. Andá a defender a los chicos carenciados o enfermos, andá a defender a la ballena franca del orto, andá a defender algo que valga la pena. Es facilísimo defender a Messi.
Y aparte...¿defender de qué? ¿de las críticas? ¿A quién no criticamos? ¡Hasta a San Martín lo criticamos! "Bueno... 'dicen' que cruzó los Andes, pero en realidad lo cruzaron en una camilla...y era masón..."
"Cantá el ino, Samarteeen. Amarrrrgo"
El detractor de Messi no piensa mucho, ni busca justificaciones a su crítica. No le entra Messi, no le gusta, y lo dice a su manera. No pretende enseñarte nada puteando a Messi. ¡Es fútbol!
Pero los defensores...
Hacen unas mezclas infumables de moral y estadística, de frases que parecen los aforismos de Narosky pero peores (si fuera posible), te cuentan todas las cosas que tampoco pudieron hacer otros (el estilo kirchnerista, digamos), te mandan fotos de los Balones de Oro que sí ganó Messi, te recriminan por exitista y desalmado, porque el pibe necesitaba atención médica y el país no se la dio, porque seguro que vos preferís al drogadicto que no reconoce a los hijos, y...
Andá a cagar, ¡es fútbol!
Y además: a Messi le chupa un huevo todo lo que le digan porque sabe que ¡es fútbol!
Y si no le chupa un huevo, realmente se merece que lo critiquen pero por salame.
Messi ganó miles de cosas, batió miles de récords, tiene más que Lázaro y Cristina juntos, disfruta haciendo lo que hace y hay millones que lo aman. ¿Qué querés? ¿Que no haya argentinos que lo critiquen por algo? ¿Argentinos que no critiquen a un exitoso? ¡Es imposible!
¡Es fútbol! ¡Es un juego! ¡No pasa nada importante si ganás, empatás o perdés!
Répété avec moi: No-pasa-nada-importante. Es-un-juego.
Es deplorable que los defensores/suplicadores pongan videos de sus hijos llorando por Messi. Es deplorable que los pongan, y es más deplorable que los graben en vez de consolarlos (por ejemplo), y explicarles que es un juego, que no pasa nada, y que si Messi quiere dejar por un tiempo la selección, también hay que respetarlo, y quizás hasta sea saludable para todos, sobre todo para él.
Los nenes lloran porque creen que si Messi renuncia se les borra de la Play. Son nenes. Explíquenles algo, dejen de grabarlos mientras lloran, por favor. Dejen de sicopatearles las tiernas molleritas con valores del orto.
Y a mí también.

viernes, 25 de marzo de 2016

Arcoiris Uno




Og fue el primer hombre en ver un arcoiris. Por supuesto, "Og" no era su nombre y nadie, nunca, lo había llamado así. La gente de su clan no hablaba realmente. Más bien se entendían por señas, con algunos gruñidos y gritos, pero sobre todo por señas. Y no manejaban conceptos como uno mismo y otros
Pero Og sí era capaz de hacerlo: en sus rudimentarios pensamientos, cuando se refería a sí mismo, de alguna manera era Og
Para referirse a cualquier otro, para todos los otros, Og utilizaba un universal, indistinto y casi despectivo "Tú".

Se había guarecido de la lluvia en una gruta convenientemente elevada, y se había quedado dormido mientras esperaba a que dejara de llover. No era extraño que se durmiera varias veces durante el día, en cuanto disminuía un poco su actividad o cuando no percibía peligro inminente, o simplemente cuando se aburría. De manera que en cuanto entró al refugio y se acostó, arrullado por el rumor de la lluvia de verano, se había quedado dormido casi de inmediato. 

Ahora, luego de una arremetida final, la lluvia se había detenido casi por completo, y era el silencio lo que había despertado inmediatamente a Og. Se puso en cuclillas dentro de la cueva y escuchó atentamente: confiaba tanto en su finísimo oído como en su vista, y cuando oyó los primeros sonidos de los pájaros, salió de la gruta.

Todavía caían algunas gotas mientras Og descendía de la cueva, encorvado y atento a cuanto lo rodeaba, observando sobre todo dónde ponía sus pies y el entorno inmediato, y escuchando: mientras los pájaros continuaran cantando y moviéndose, no había nada que temer.

La vegetación era frondosa y le impedía ver el cielo. A unos treinta metros de la cueva, un claro se abría en la jungla, y en cuanto llegó hasta ahí, Og levantó instintivamente la mirada.

Lo que vio no captó inmediatamente su atención, o más bien fue demasiado para que su cerebro lo procesara: a una altura inconcebible, describiendo un inconcebible arco que abarcaba la mayor parte del cielo, un inconcebible arcoiris colgaba entre las nubes que se apartaban poco a poco. Og lo miró y volvió a mirar dónde ponía un pie; rápidamente volvió a mirar hacia arriba y volvió a mirarse el otro pie; y por tercera vez repitió el gesto. 

Dio siete pasos y siete veces miró el arcoiris, antes de quedarse absolutamente quieto, el pie levantado para un octavo paso que nunca dio, porque en su lugar dio un salto hacia atrás y se petrificó mirando hacia arriba. Comenzó a gemir involuntariamente, haciendo muecas mientras un visible temblor le recorría todo el el cuerpo. Empezó a golpearse la cabeza y a arrancarse algunos pelos, mientras daba grandes pasos en círculos.
Todo su instinto lo urgía a huir y esconderse, pero Og no podía obedecerlo: quería seguir mirando.

Gradualmente, el terror fue cediendo, y en su lugar una especie de euforia se fue apoderando de él. Eso, y un sentimiento absolutamente nuevo: Og tenía ganas de compartir la visión, fervientemente deseaba que hubiera cualquier otro (cualquier ) para mirar juntos el desconocido espectáculo que ocurría en el cielo.

Entonces la vio: a escasos veinte metros, encaramada a una gran roca, una hembra joven observaba en cuclillas el arcoiris, con la boca abierta y la expresión fascinada. A diferencia de Og, la hembra no se movía ni emitía sonido alguno. Tampoco parecía nerviosa. Sólo parecía extasiada, admirando el increíble despliegue de colores sobre el cielo africano. Y la boca dibujaba un rictus desconocido para Og, una curvatura hacia arriba de las comisuras, algo que a Og le provocó un cálido estremecimiento en la zona del vientre.

Y algo más: antes de poder evitarlo elaboró un pensamiento para convocar a la otra, sólo que la expresión para denominar a la criatura no era la conocida e insípida Tú. Por algún motivo lo que surgió fue:

- MMM...- gritó Og avanzando hacia la hembra. La mujer lo miró y, sin dejar de sonreír, levantó el brazo señalándole el arcoiris y habló algo incomprensible para Og. Habló durante un minuto sin parar, algo que Og no había experimentado nunca (ni nadie en la incipiente historia de la Humanidad): fue el monólogo más largo concebido hasta ese momento por la recién aparecida raza humana. 

Og bajó y subió reiteradas veces la cabeza, muchas veces, porque le pareció apropiado, porque quería decirle que estaba de acuerdo y que siempre estaría de acuerdo con lo que ella dijera,  y porque la hembra comenzaba a acercarse y Og ya no percibía sus propios movimientos.

La lluvia finalizó por completo, y el arcoiris alcanzó su máxima definición y lentamente comenzó a esfumarse. Se hacía más y más irreal. 
La mujer aún hablaba mientras lo observaba desvanecerse, pero Og ya había dejado de mirarlo, y sus manos recorrían los pechos de MMM. 
Antes de que el fenómeno desapareciera por completo, la joven tomó una mano de Og y lo miró dulcemente. 

Es seguro que copularon, aunque es probable que también hayan hecho el amor.

jueves, 25 de febrero de 2016

Fortitude, la sangre en el hielo




AVISO: INCLUYE SPOILER

Me queda por ver capítulo y medio de la serie Fortitude, pero prefiero comentarla exactamente ahora. Lo que me falta, medio episodio 11 y todo el 12, es probable que, en lugar de cerrar la historia, abra alternativas para al menos una temporada más, como pasa casi siempre. 
Por las dudas, escribo esta reseña ahora, a la mitad de un capítulo,  con la expectativa de lo que puede pasar y sin revelar el final.

Ahora, que acaba de morir el Inspector Morton, el que pensé que iba a resolverlo todo.

La trama es muy buena, da para compartirla e invitar a verla a los que todavía no lo hicieron: un par de crímenes violentos e inexplicables, la posibilidad de algo muy extraño y todavía indefinido, personajes creíbles en un escenario increíble: Fortitude es un pueblito perdido en el Ártico, donde se conocen casi todos (aunque no íntimamente), donde casi todos tienen una historia turbia detrás y por eso se esconden en semejante lugar. Sólo que el lugar, en vez de cobijarlos y darles algo de paz, los embrutece y los vuelve peores de lo que eran. 

Eso es lo que vamos viendo aflorar en los personajes al margen de la historia principal: eso es lo que provoca el alcoholismo del viejo Henry, lo que vuelve violentos a científicos respetables, lo que hace que un maestro de primaria se entretenga engordando a la novia que ya casi no puede moverse... 

El más torturado es el sheriff Anderssen, el de la imagen. Antes de que empezara todo el lío, se decía que no podía saberse si Anderssen era un buen o mal sheriff, porque en Fortitude nunca pasaba nada. Durante toda la serie la incertidumbre es casi la misma: a veces parece verdaderamente malo y lo odiás, y después resulta que lo que hizo fue por una buena razón. Y después hace otra porquería.
Está enfermizamente enamorado de Elena, una ex asesina convicta que por supuesto no le lleva el apunte y tiene un romance con un tipo casado, en el peor momento posible. 

En las historias de crímenes aberrantes en pueblos chicos, como en Broadchurch, el ambiente se pone espeso muy rápido. Los amigos de siempre empiezan a reprocharse cosas, los que no eran amigos ahora son directamente enemigos, sale a la luz quién se acuesta con quién, y muy pronto todos desconfían de todos. En Fortitude esto tardó mucho más, porque el lugar es tan inhóspito que la gente casi no hace sociales, y además muchos son científicos de paso, que no llegan a intimar con nadie. Sin embargo, la noticia de un probable virus contagioso ya se difundió, y la paranoia también empieza a ser parte de la trama.

Si un virus que cambia la personalidad de la gente convirtiéndolos en asesinos pudiera elegir el lugar para desarrollarse, elegiría Fortitude.

Al margen de todas estas cuestiones, dedicado exclusivamente a la investigación y dueño de una personalidad e inteligencia contundentes, estaba el inspector Morton. 
Importado del continente, Morton no conocía ni se hacía amigo de nadie, al contrario: al primero que confrontó fue al sheriff local, el atormentado Anderssen. La tensión entre los dos policías empezó desde el primer momento, y nunca aflojó.
Sin ayuda de las autoridades de afuera, desconfiando de Anderssen a cada rato, todas nuestras esperanzas estaban puestas en Morton.

Liam, el chico que inexplicablemente asesinó a Stoddart y lo abrió en canal, continúa enfermo y catatónico. La doctora Allerdyce, atacada por su propia hija, está en una especie de coma con metamorfosis. Hay por lo menos un nuevo contagiado que ya atacó al ahora desaparecido Ronnie Morgan. 
Anderssen sin duda mató al geólogo Pettigrew de una forma horrible. 

Henry parece tener explicaciones, pero se ha retirado a morir a un lugar apartado del glaciar.
Hasta allá va a buscarlo Morton, sin avisarle a nadie, porque ahora cualquiera puede estar implicado.
Henry aclara varias cosas, pero sólo después de dispararle a Morton en el estómago.

La mancha roja sobre el hielo se hace muy grande, igual que el misterio de Fortitude, y Morton muere.





miércoles, 3 de febrero de 2016

Así matamos al tío Jorge




En realidad Jorge no era tío mío, sino de mis primos, Adolfito, Fabio y Andrea, que siempre fue la Negra. Jorge era el hermano mayor de mi tío Adolfo. Era, además, el solterón empedernido. Y era un borrachín, o al menos así lo recuerdo: ignoro el grado real de alcoholismo que tenía Jorge, tal vez sólo el suficiente para que hubiera que cuidarlo en las reuniones para que no se cayera ni vomitara sobre el asado. Ni golpeara a ninguno de nosotros, que por la época que hablo andábamos entre los 4 y los 10 años: la Negra era la más chiquita.

Hablo de golpear por accidente, por torpeza etílica, porque siempre andaba con nosotros o nosotros andábamos con él: Jorge era incapaz de pegarnos a propósito o de siquiera levantarnos la voz. Era el adulto ideal (para nosotros) para acompañarnos los fines de semana en la quinta que el tío Adolfo tenía en General Pacheco, para prenderse e incluso mejorar todas las boludeces que se nos ocurrían: si nosotros queríamos cazar pajaritos, Jorge nos hacía las gomeras y delineaba la estrategia que debíamos utilizar, y por supuesto venía con nosotros, y mientras cazábamos nos contaba historias de nenes que salieron a cazar pajaritos y les pasaron cosas horribles. Así de jodón era el tío Jorge.

Al tío Adolfo no le gustaba nada que el hermano tomara de más, y menos le gustaba que nosotros (sobre todo los mayores, Adolfito y yo) lo tomáramos para el churrete. Pero si Jorge se divertía asustándonos con historias, nosotros nos divertíamos poniéndole hormigas en el vino, bajándole los shorts de baño a la vista de toda la familia, etc. Varias veces el tío Adolfo lo retó a Adolfito (pero todos sabíamos que era un reto general, que aunque le hablara solamente al mayor de los chicos, la cagada a pedos era general), feo lo retó, con gritos, diciéndole que mi primo ya sabía que no había que seguirle la corriente a Jorge cuando estaba picado, y mucho menos faltarle el respeto. 

Nosotros pedíamos perdón y a los 10 minutos lo estábamos atando a un árbol, por supuesto.

La Negra tuvo una época en que le daba terror el Conde Drácula, seguramente por algún pedacito de película que mis tíos no pudieron evitar que vea. En una de las habitaciones de la quinta, a mi tía Nely se le ocurrió un día poner una imagen de Jesús, con una túnica oscura y un poco de sangre. Cuando la vio la Negra casi enloqueció, pensando que era Drácula que se había metido a la casa. Obviamente, mi tía no podía descolgar a Jesús sin cometer pecado mortal, y la Negra no podía pasar ni medianamente cerca de la imagen. No podía...a menos que la metiéramos de prepo a la habitación, le cerráramos la puerta y le apagáramos la luz, claro.

El único que tenía una paciencia sobrenatural con la Negra era el tío Jorge. A él no le importaba tomarse 30 minutos para calmarla o inventarle historias que la distrajeran: se tomaba 4 o 5 copas mientras tanto, es cierto, pero la Negra se calmaba. Si no tenía que calmar a la Negra o no había ninguno de nosotros a mano, a veces le contaba historias al  Frejuli, un perrito atorrante que Jorge adoraba.

De vez en cuando había que quemar el pasto del campito de al lado, que era inmenso (para nosotros) y bastante descuidado. Ignoro por qué teníamos que quemarlo nosotros, me parece que tal vez usaban la fogata como entretenimiento general, y de paso limpiaban un poco el terreno de al lado. No era nada complicado, porque los pastos ardían rápido pero enseguida se consumían, y la distancia entre un matorral y otro hacía que el fuego no se extendiera sin control.

Siempre venía un mayor con nosotros, y me acuerdo que en eso no participaba la Negra. Por ser la única nena y la más chiquita del grupo, no la dejaban jugar con el fuego, y la Negra se quedaba llorando como una Magdalena y decía que se iba a ahogar en la pileta y cosas así. Siempre fue muy drámatica mi prima, lo que le valía que la torturáramos (Adolfito y yo) más seguido que a Fabio o a mi hermano Taty. Le pegábamos o la psicopateábamos con Drácula hasta que se ponía morada de tanto llorar. 

La infancia es una época maravillosa, ¿no?

Una tarde calculo que todos los mayores estaban muy en pedo. Supongo, porque designaron como mayor responsable al tío Jorge (que estaba fehacientemente en pedo) para que nos acompañara a quemar el campito de al lado. La Negra anunció que se iba a suicidar a algún lado,  y nosotros partimos más contentos que nunca a prender fuego los pastizales altos y resecos del terreno. Al cruzar los alambres de púa Jorge se cortó la frente y le salió un poco de sangre.

- Tío, te lastimaste - le dijo Fabio.
- No es nada, Cabezón. Es vino lo que sale...
Qué tipo fenomenal, ese Jorge. Lamento tánto lo que le hicimos.

Como dije, a Jorge le gustaba organizarnos, y nosotros medianamente le obedecíamos, un rato le dábamos bola, después hacíamos lo que nos daba la gana. Ya en el campito de al lado,  Jorge nos repartió fósforos y nos mandó a Adolfito, a Taty, a Fabio y mí, en cuatro direcciones, como los cuatro puntos de un cuadrado, y él quedaba previsoramente alejado. Se mojó un dedo con saliva, lo levantó para ver cómo soplaba el viento y le gritó a Fabio:

- Cabezón, prendé primero vos. Después Taty, ¿sokey?

Íbamos bastante bien, el fuego estaba completamente controlado, hasta que de la nada sopló un ventarrón y se encendieron varios matorrales antes de que se apagaran los otros. Por suerte nadie quedaba encerrado por las llamas, pero enseguida nos dimos cuenta de que se nos había ido de las manos, que no íbamos a poder apagar todo lo que se iba prendiendo. 

- ¡Vengan para acá! - gritó Jorge, alejándonos de las llamas, cuidándonos. Él se sacó la camisa, la enrolló en la muñeca y empezó a golpear los pastos. Algunos los apagaba, pero la camisa se le iba chamuscando, había chispas que saltaban y le agujereaban la tela. En un momento tropezó y se cayó, y cuando se levantó tenía la cara negra de humo y cenizas del pasto quemado, y volvía a sangrarle la frente. Por suerte llegaron enseguida mi viejo y el resto de los mayores, con baldes de agua y un extinguidor, y entre todos lo pudieron apagar en un rato que nos pareció larguísimo.

Ninguno de los mayores le dijo nada a Jorge, ninguno lo reprendió por inconsciente ni nada de eso, sobre todo, creo, porque todos se sentían igualmente culpables, por haber dejado que el borracho nos cuidara justamente prendiendo fuego. Pero yo le vi la cara al tío Jorge, y supe que lo peor que podían hacerle era no hacerle reproches, porque era como dar por entendido que era al pedo hacérselos; que era hablarle a un irresponsable. La cara de perro apaleado de Jorge era directamente proporcional al silencio de los otros. 

A ésta altura de la historia, al tío Jorge hay que sumarle el alcohol, el corte, el susto, el humo tragado y la angustia de la humillación silenciosa.

Volvimos a la casa aturdidos, casi sin oír los consejos de nuestras madres, entramos y nos dejamos conducir a baños y dormitorios, y nadie se acordaba de la Negra, hasta que la escuchamos gritar, y escuchamos también el grito de Jorge como de dolor,  y después oímos a la Negra de nuevo, la oímos gritar algo de Drácula,  y cuando llegamos Jorge estaba en el piso, Jorge que había entrado a oscuras en la habitación donde ella se había quedado dormida,  y Jorge también se había asustado y se había caído y no se movía, y enseguida a todos los chicos nos hicieron salir y después gritaban todos pero ya no se oyó la voz de Jorge.



viernes, 29 de enero de 2016

Olimpíadas 38:11




Inevitablemente, llegará una Olimpíada en la que no se romperá ningún récord. Ni el típico de los 100 metros llanos, ni los más extraños de lanzamiento de garlompa en llamas o balonmano frisón.
Ninguno en absoluto.

Asistiremos atónitos a las mismas marcas mundiales de olimpíadas anteriores, ni un centímetro más, ni un segundo menos.
Será la hora de los grandes debates y los agoreros discursos: "¿Llegó la humanidad al límite de sus posibilidades físicas?"

Lo más probable es que enseguida se incorporen nuevas disciplinas, donde todavía podamos evolucionar, como el aqua-dance en vino moscato o la redacción de más tweets en 10 segundos, versiones manos libres o con una mano atada.
Pero a la larga volverá a pasar,  y nadie será capaz de quebrar una marca olímpica. Y si priva la coherencia no se permitirá incorporar ningún deporte desconocido y ridículo, como el lanzamiento de caber.

Lo que también es muy probable que ocurra, es que para entonces habremos mejorado nuestros cuerpos con implantes biónicos y tecnología robótica. 

Aunque al principio estas personas serán resistidas como atletas, y no se les permitirá participar por ventaja deportiva, llegado el momento serán llamados no sólo a participar sino a romper todos los récords conocidos.

Creo que pasará mucho antes, pero una fecha lindísima sería el año 3.811, para que los mencionados agoreros apocalípticos lo asemejen a Job 38:11 "Llegarás hasta acá, pero no más allá".

Y los robocops los atropellen y los pasen por arriba, libro incluido.





Notas para extraterrestres



Las siguientes son algunas notas destinadas a los extraterrestres que nos visiten en un futuro lejano, y forman parte de un grupo de notas más extenso, que tendrá su propia Etiqueta (*). Como lo más probable es que para cuando lleguen nosotros nos hayamos autoexterminado hace rato, estas notas están destinadas a completar el conocimiento que los E.T. ya tengan sobre los humanos, o que puedan conseguir en otro lado. Es decir, tratan de cosas que no encontrarán en nuestra ciencia, ni en los diarios, y que les servirán para conocernos más íntimamente, y tal vez lamentar nuestra irreparable pérdida.


1. El placer de una buena meada: Es casi seguro que ustedes, extraterrestres que llegaron cuando ya no queda comité de bienvenida, también tengan algún tipo de sistema excretor, algún mecanismo para expulsar lo tóxico de lo que ingieren, una vez procesado. Así que tal vez en esta nota se sientan un poco identificados: la coloco en primer término, por eso de la empatía.

¿Les produce también a ustedes, de vez en cuando, al margen del mero desahogo fisiológico, un placer tal que quisieran escribirlo en algún lado? 

No siempre, pero a veces, dependiendo de la cantidad de pis o de la imposibilidad de evacuarlo, o de las circunstancias (los humanos teníamos más circunstancias que cosas realmente importantes, ya van a averiguarlo), llegado el momento concreto de conseguir mear, hizo que muchos tuviéramos experiencias místicas, que nos sintiéramos uno con el Universo, y que no besáramos el suelo del lugar sólo porque algunas gotas seguramente lo habían salpicado.

Ah, y el momento previo...Ese momento, antes de la micción imposible, en que todos los componentes están listos, en que la felicidad arranca desde algún punto en lo alto de la coronilla, y uno puede sentir claramente cómo el descenso del líquido tibio va iluminando las zonas por las que pasa, acariciándolas dulcemente (o no, según el ph) y relajándolas, llenándolas de un placer anticipado, con la  promesa de un acontecimiento inminente lleno de gozo y algarabía, de una exaltación elemental, animal. 
Humana.

2. Podrán decir que soy un pescador: John Lennon decía "Podrán decir que soy un soñador, pero no soy el único". Pescar tiene (tenía. Se complica un poco escribir para el futuro. Sepan disculpar) mucho de sueño, de ilusión. Estaban, claro, los que solamente querían sacar una corvina para hacerla a las brasas, y el pibe que con 2 bagres estaba contento, pero la enorme mayoría que ha tirado un anzuelo al agua, aunque no lo confesara, en algún momento ha imaginado que lo que engancharía sería un monstruo antediluviano, una especie desconocida y de tamaño similar al de Godzilla, metros más, metros menos. Y que sacarlo del agua sería épico: Ahab contra la ballena blanca.

Por supuesto, uno sabía que estaba pescando en poca profundidad, con un anzuelo para dorados, que cualquier cosa por encima de los 20 kilos se iba a llevar todo. Pero igual..
Uno decía Pero podría pasar...un bicho viejo que por desorientado acabe acá, que se clave por distraído...Que doble la caña como aquel surubí, pero más, mucho más...Que la rompa, que me tire al agua, pero que antes me deje verlo...

Pescar era mirar la línea e imaginar que se hundía en otra dimensión.

3. Antes de dormirnos: Había un momento extraordinario en nuestras vidas, pero también efímero y angustioso. Justo antes de dormirnos, se nos ocurrían cosas geniales, escuchábamos (componíamos) la mejor música, el mejor cuento, la mejor historia. Por unos segundos, también, podíamos dirigir parcialmente nuestros sueños, podíamos elegir la aventura erótica o la espacial, y todo era como si fuera real, o tal vez mejor: si queríamos podíamos imaginar la caída del precipicio, pero sin el dolor.

Pero, por más empeño que le pusiéramos, esto duraba apenas unos segundos. Después nos dormíamos normalmente, y en el mejor de los casos soñábamos con Silvia Suller. 

Y al despertar nos quedaba la sensación de haber vivido unos segundos fenomenales, donde nos ocurrió algo genial o donde inventamos algo genial. Pero nunca pudimos recordar nada.
Esa, creo yo, fue la raíz de la angustia humana: el vislumbrar constante de algo maravilloso durante un instante, y la certeza de que nunca íbamos a alcanzarlo... 

..., y encima después lo tapaba todo Silvia Suller...


(*) Las Etiquetas son una forma de agrupar notas del mismo estilo. Aparecen debajo de cada post, y haciendo clic sobre el nombre se pueden ver todos los relacionados.


jueves, 28 de enero de 2016

My old Blog

(Léase como si fuera un tema country de Kenny Rogers, e interprétese como si fuera correcto inglés americano. Séase capaz o piérdese el 4,2 % de la gracia, aproximadly)






Long time ago 
I have a funny Blog,
plenty of copading  posts
such el del Gordo de Dios 

"The tímidez and other cosas"
was the name of that crew
but the fuckin' blog...posta,
was better than the book

Anyway:
Fuck you, old Blog, 
I have a new Blog,
But it was fun mientras duró

In 2.006 he was born
y lo premiaron en dos mil ten
In 2.007 almost ardió,
Estaba de novio en dos mil eight...

Everybody:
Fuck you, faggot Blog, 
Now I have a better Blog,
But it was fun mientras duró

Old Blog was a liar, and very bóster too
but the readers, always were so cool
Aunque never salí with one of them
and I will not do that again...

All together:
Fuck you, old Blog,
I have a new Blog,
but it was so fuckin' fun...mientras duró

 

miércoles, 27 de enero de 2016

SOLICITADA




Se busca dibujante copado (o sea, que no quiera cobrar) para armar juntos historieta como las de antes (no "comic", ni "manga", ni esas cosas de putos: digo historieta dibujada cuadrito a cuadrito, como "Gilgamesh el inmortal", "Nippur de Lagash", etc.)
Si ninguna editorial es capaz de hacerlas de nuevo, las tenemos que hacer nosotros.

No es un ofrecimiento de trabajo, es para divertirnos (ambos), tal vez publicarla en el blog y que, en todo caso, me llene de guita (yo) pero más adelante.

El guión no está ni empezado pero va por acá: una nave con varios astronautas atraviesa una singularidad (ponele un agujero negro) y aparece en la Tierra, pero en el futuro...parece.
Parece, porque a medida que oscurece, todo, cosas, gente, paisaje, todo va hacia atrás, hacia el pasado lejano, muy rápidamente. O sea que de día es el futuro y de noche es el pasado remotísimo, con dinosaurios y todo.

(Seguramente habrá que ajustar estos tiempos, me parece que no es conveniente que cambie tan rápido, y además que en el pasado siempre sea de noche es aburrido, hasta para dibujarlo. Pero confiá en mí, pichón de Lucho Olivera, que alguna vuelta le voy a encontrar. Es más, se me acaba de ocurrir que tal vez los cambios los vean solamente los astronautas, como consecuencia de haber atravesado esa cosa que atravesaron, y entonces puede no ser una cuestión tan automática de que a determinada hora, etc. ¿Ves?)

Como dibujante frustrado, creo que tiene que ser hermoso poder dibujar con un espectro tan amplio, desde naves espaciales hasta pterodáctilos (y, por supuesto, en algún momento del cambio los tipos estarán en el presente, y verán cómo se las arreglan para comunicarse con alguien que los ayude y cosas así) 
Intenté dibujarlo yo mismo, pero los resultados fueron malos y me lleva demasiado tiempo.

Cualquier interesado, o amigo de alguno que pueda interesarle, por favor dejar algún comentario.

Muchas gracias.

Nota: Como para empezar ya, para conocernos, tengo un cuento que podría servir para transformarlo en una historieta del mismo estilo (con naves, planetoides y esas cosas), y además le prometí a mi hermano (profesor de castellano en Brasil) que iba a hacerlo, y el se lo prometió a sus alumnos. 
Conocí a los bahianitos hace un año y pico, me hicieron un "reportaje" muy simpático, al final me hicieron dibujar en el pizarrón, y quedamos en adaptar un cuento mío a historieta.

Y tengo que quedar bien con mi hermano Taty...

Sucedió que después le hicieron una entrevista a mi hermano de la revista "Nova escola", especializada en temas de educación, Taty comentó lo del "reportaje", y en la revista pusieron...una foto mía.
El siguiente mail de mi hermano decía:

Date: Sat, 21 Mar 2015 18:31:40 -0300
Subject: ENTREVISTA NOVA ESCOLA
From: claudiomuzzio@gmail.com
To: sergiommuzzio@hotmail.com

Te mando el pasaje, te doy de morfar, hago la entrevista y salís vos em la foto. ANDA A LA CHACÓN DE TU NAERMA!
Beijos
Taty







Remordimán y sus limitaciones


Siempre tuve facilidad para hacer sentir culpable a la gente. Desde chiquito. El hecho de que mis padres se separaran cuando yo tenía 3 años contribuyó muchísimo a mi formación en ese sentido: muy rápido aprendí a usarlo contra mi madre, cuando no quería acceder a alguna petición mía, o cuando yo hacía algo que no debía, y mi madre lo descubría al volver del trabajo. Yo simplemente me miraba los zapatitos con las manitos atrás y decía con la voz al borde del llanto: "Papi me hubiera dejado...es que estoy muy solito todo el día, cuando vos te vas...".
Jamás falló.

Cuando estaba en segundo grado de la primaria me caí de una escalera y me quebré el brazo izquierdo: pocas fracturas en la historia de la humanidad deben haber resultado tan útiles y tan usadas para distintas cosas. No sólo las maestras me prestaban especial atención, sino que mis compañeritos me ayudaban en las tareas. Bastaba con que yo pusiera cara de dolor (es una cara relativamente fácil de poner, con un poco de práctica todos los días frente al espejo) para que obtuviera lo que quería de todo el mundo. Hasta conseguí ponerme de novio con la nena más linda, aunque quiero creer que no fue solamente por remordimiento. Es cierto que fingí tropezar y caer un día que chocamos accidentalmente en el patio, durante un recreo. Es cierto que me aguanté las lágrimas a duras penas, diciendo "No es nada, no es na-ah-da...". Es cierto que ella estuvo preocupada el resto del día, y que a partir de ese momento fuimos inseparables, sobre todo después de que le dije que cuando ella me abrazaba me dolía menos.

A los 10 años yo ya sabía que tenía un don, y a los 15 decidí que no debía usarlo solamente en mi propio beneficio. A esa edad me convertí en superhéroe. Yo soy Remordimán.

Yo soy el que hizo suicidar al referí Ceballos recordándole los errores del Boca-Central. Debería haberlo filmado, con TeleBeam incluido:

- Bastardo, el penal que sancionaste ocurrió a una yarda del área grande.
- ¡Piedad, Remordimán, fue un error!
- Fueron demasiados errores, referee. Piensa en tu familia: no pueden salir a la acera por tu culpa. 
- Lo sé...lo sé...quiero morir...

Fui yo el que hizo que Victoria Xipolitakis saltara de esa cornisa:

- Remordimán, sé que manejar el aeroplano estuvo mal, que puse vidas en peligro...
- Cierra la boca, urraca desvergonzada. 
- Pero igual no me envergaron...
- No es por lo del avión, falsa melliza. Es por "Vicky Mouse"...esa porquería. Debería matarte yo mismo, pero no quiero ensuciarme la capa...

La vida de un superhéroe tiene momentos muy duros. Casi me quebré cuando debí luchar contra un ídolo de mi juventud:

- Remordimán, me das asco, vos y todos los que no apoyan ciegamente al movimiento Nac&Pop, nenenenene. 
- Fito, la gente tiene derecho a pensar distinto.
- ¡Circo Beat! ¡Rock and roll Revolution, orinate, perra! ¡Vueltas 139 Lexatin!
- Fito, lo que da asco son tus letras...
- ¡Arrrghhhh! ¡Chau chau mundo cruel!
- Sí, esa también...

Y no solo momentos duros: todos los superhéroes tenemos un punto débil, un enemigo mortal, algo que no podremos vencer nunca.
En mi caso, mis poderes funcionan solamente si el villano conserva algo de conciencia, de autocrítica, de alma. Algún mínimo resquicio de moral, algún recoveco aunque sea pequeño, como para que mis ataques puedan dañarlo.

Así que espero que de los políticos corruptos se ocupe la Justicia o Dios en persona, porque lo que es yo, no les hago ni cosquillas.





Puto el que lo lee

(Este post está copiado directamente de Facebook, por eso tiene un formato distinto)

¿Estaremos usando bien facebook? ¿Se podrá usar mejor? No digo lo de apretar los botoncitos correctos, digo:
* Si de movida ponés que los que votaron a Macri son todos unos hijos de puta
* Si para empezar ponés que todos los kirchneristas son unos hijos de puta
* O sea, si tratás al potencial lector casual de hijo de puta...¿Estaremos usando bien las redes sociales?

Porque si empezamos (mos) tratando de hijo de puta al que pudiera (era) opinar otra cosa, es medio como empezar con "Puto el que lo lee"...el que se sienta maltratado ni en pedo va a leer el resto, o sea, estás escribiendo para que lo lea nada más que el que piensa lo mismo.
Imaginate un diario o un noticiero (y por supuesto que hay muchos así) que arrancara las notas diciendo: "Los imbéciles de la oposición dicen que...", o "El maricón del presidente fue a..."
A la semana (a al mes, o al año, pero en algún momento te pasa) no lo mirás más.
Si ya los medios están de un lado o del otro (y parecen incapaces de cualquier tipo de "independencia"), si los políticos están de un lado o del otro (y parecen incapaces de...bueno...incapaces....), si ya estamos todos medio divididos y aturdidos (porque a veces, por ser "abierto" tratás de escucharlos a todos), si después de 15 minutos de tele o diario tenés ganas de salir a matar japoneses (y sí...cualquiera), ¿no se podrá, a través de las redes, descreer de lo que dicen los medios de cualquier color, y debatirlo un poco entre todos?

Yo me sentiría más tranquilo si mis amigos kirchneristas me explicaran cosas, y si mis amigos macristas les explicaran cosas a mis amigos K, y entre todos un poquito nos cagáramos en los medios y en los políticos...por lo menos por 35 años, o por ahí. Hasta que sean menos de un lado o del otro, digamos.

(Porque entre los lados opuestos, siempre, siempre, estamos nosotros. Los lados opuestos después se intercambian, se amigan, se transmutan o se convierten en otra cosa, a veces exactamente el opuesto de lo de antes. Y vos quedás tirando cambios, como cuando te enteraste lo del puto Papá Noel...ese traidor...)

¿No es ése el poder mayor de las redes, ser otra vía de difusión y comunicación además de las "formales"? ¿Otra forma de informarnos, de explicarnos, de preguntarnos entre nosotros?
Pero, si nos puteamos desde la primera frase...

Yo casi no uso facebook, más que para mirar fotos de mis amigos (kirchneristas, macristas, maoístas y riquelmistas en su mayoría), pero últimamente cuando vengo a ver una fotito alguno me está puteando por algo que hice o que no hice o que voy a hacer mal según ellos. "La puta", digo, "vine a ver la foto del cumpleaños de Fulano porque Majul me tiene los huevos al plato, y 678 también, y mirá la puteada que indirectamente me manda X" (X viene a ser un amigo, familiar, o Karina Jelinek, que nunca me escribió pero no pierdo la esperanza...)

Les pido que traten de usar menos el "Puto el que lo lee", porque voy a empezar a reventar japoneses y la culpa va a ser de ustedes. De Todos y Todas.




viernes, 1 de enero de 2016

Probando


Entrada tipo Lorem Ipsum, para probar colores, tipografías, enlaces, y eso.

O sea: contenido absolutamente intrascendente.

(Como si fuera a escribir alguno trascendente, ¿no? Bueno, habría que dejar la aclaración fija, como las constantes de Excel o el título de Crónica "Escándalo de Vicky Xipolitakis". Esas cosas que perduran en el tiempo y es al pedo escribirlas a cada rato...)

Sirve también para aflojar los dedos, y como excusa para tener la obligación de tomar algo: al fin y al cabo es inhumano estar escribiendo en la cocina (donde no llega el aire de la sala) con más de 30 grados, un primero de año además.

Ni estar en calzoncillos ayuda.
Desnudo no probé, porque seguramente en algún momento Claudia va a mirar para acá y va a pensar que estoy mirando pornografía.

Tal vez debería ir al porno directamente, cumplir cabalmente con el feriado y dejar el diseño del blog para mañana o pasado. 

Mejor pasado.

No, noooo...¿qué hablamos con el analista? ¿Y la impronta para el año, y eso?

Vamos.
Huevos.